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Hungría es un país de Europa del Este sin litorales que limita al norte con Eslovaquia y Ucrania, al este con Rumanía, al sur con Serbia, al suroeste con Croacia y al oeste con Eslovenia y Austria. Su capital es Budapest.
La lengua oficial es el húngaro (también llamado magiar), aunque un 3% de la población habla romaní, la lengua de los gitanos; la religión mayoritaria es el catolicismo romano, aunque en tiempos pasados hubo una población judía ashkenazí muy importante en números.
Hungría es un país de cierto modo extraño para el contexto europeo, comenzando con el idioma que no tiene raíces en las lenguas indoeuropeas; idioma que un 6.6% de la población rumana también lo habla. Su estratégica ubicación geográfica en las rutas comerciales lo ha hecho ser un territorio deseado por muchos, y por eso se pueden rastrear asentamientos celtas, hunos, mongoles, ávaros, romanos, eslavos, gépidos en diferentes épocas, hasta que el gran príncipe Árpád fundó lo que se convertiría en el Reino de Hungría en el siglo IX. Después de cinco siglos cayó en la influencia de los otomanos, luego de los Habsburgo y el Imperio austríaco, dentro del cual obtuvo autonomía como Reino de Hungría desde 1867 y fue parte de la llamada Doble Monarquía o Imperio Austrohúngaro hasta la caída de éste al finalizar la Primera Guerra Mundial.
Para la Segunda Guerra Mundial, Hungría se unió al Eje simpatizante del nazismo y tras la derrota cayó bajo la influencia soviética. Un país clave en la caída del bloque comunista en 1989 fue precisamente Hungría, cuando abrió sus fronteras con Austria y aceleró el proceso del colapso de la Cortina de Hierro, entre otros factores, claro. Y fue precisamente en 1989 que Hungría se independizó para convertirse en una república parlamentaria.
¿QUÉ VISITAR EN HUNGRÍA?
En Hungría todo es grande, majestuoso –no todo; es un decir– y como ejemplos tenemos que en su territorio se encuentra el mayor sistema de cuevas de aguas termales del mundo, el mayor lago de Centroeuropa, el lago Balatón que es un centro turístico muy visitado, y las mayores praderas naturales europeas, en Hortobágy. También en la arquitectura húngara observamos ese patrón de grandeza o majestuosidad, por ejemplo: la Gran Sinagoga de Budapest (también conocida como la sinagoga de la calle Dohány) que fue construida entre 1854 y 1859 en un singular estilo neoárabe, es el templo de culto judaico más grande de Europa.
En Esztergom se encuentra la Basílica de San Adalberto, la más grande de Europa, excepto algunas en Italia. En Széchenyi existe el baño medicinal europeo más grande, mientras que en Pécs, al sur del país, sin duda conocerás la necrópolis paleocristiana más grande del mundo.
BUDAPEST es bellísima, con la majestuosidad que le imprimió al Imperio Austro-húngaro a pesar de las destrucciones que sufrió durante las dos guerras mundiales y la influencia soviética. Está compuesta por dos ciudades divididas por el río Danubio: Buda y Pest. Considerada como una de las ciudades más bellas de Europa, cuenta con varios sitios que son Patrimonio de la Humanidad, entre los que se incluyen, a orillas del Danubio, el barrio del Castillo de Buda, la avenida Andrássy, la Plaza de los Héroes y el Metropolitano del Milenio, el segundo más antiguo del mundo.
Pécs, al sur del país y cuyo significado es “cinco iglesias”, tiene los mejores ejemplos en Hungría de arte otomano, construidos durante la ocupación turca (1543-1686). Entre los lugares de interés turístico destacan la Catedral, la Mezquita de Gazi Kasim Pasha y el Museo Arqueológico. Fue Capital Europea de Cultura en 2010.
En Fertőd, cerca de la frontera con Austria, se encuentra el palacio de Eszterháza, construido por el príncipe Nikolaus Esterházy entre 1762 y 1766, es el edificio de estilo rococó más importante de Hungría y se le conoce también como el "Versalles húngaro". Tiene 126 habitaciones y una biblioteca con aproximadamente 22,000 libros. Entre 1766 y 179 allí residió el compositor austriaco Joseph Haydn.
Hungría no tiene costas, pero en el centro-occidente del país tiene a Balatón, el mayor lago de agua dulce en Europa Central. Por sus playas es un destino turístico muy popular con resorts y torres hoteleras, pero lo cierto es que sus 197 km de costa tienen muchos otros atractivos para otro tipo de turismo: colinas volcánicas, una región vinícola en la zona montañosa de la ribera septentrional, castillos, iglesias y capillas con arte cristiano del siglo XIII y posterior, humedales protegidos y rutas de senderismo en el parque nacional Tierras Altas de Balatón.
Y ahora que se han mencionado las regiones vinícolas, cabe apuntar que hay seis grandes en Hungría: El Lago Balaton, la región de Duna o Alföld, el Norte-Transdanubio, el Sur-Pannónia, Tokaj-Hegyalja y el Alto-Hungría, que producen desde vinos blancos secos con mucho cuerpo hasta blancos dulces complejos (Tokaj), elegantes (Eger), así como tintos robustos con mucho cuerpo (Villány y Szekszárd), cuya reputación es muy alta en Europa, aunque todavía no en México, donde los vinos húngaros son muy poco conocidos. El vino de Tokaji también recibió elogios de numerosos grandes escritores y compositores en el pasado, entre ellos Goethe, Beethoven, Liszt, Schubert y Haydn. La historia cuenta que la aristocracia europea e incluso algunos de los más grandes monarcas europeos contaban con el vino de Tokaji entre sus favoritos: los reyes franceses, Luis XV y Napoleón III, el rey prusiano Federico el Grande, Gustavo III, rey de Suecia, y los rusos Pedro el Grande y la emperatriz Isabel, mientras que Catalina la Grande estableció de hecho una guarnición rusa en la ciudad de Tokaj, con el objetivo de asegurar las ¡entregas regulares de vino a San Petersburgo!
¿Has oído habar de los Premios Pulitzer que se otorgan a lo mejor del periodismo? Se llaman así por József Pulitzer (1847–1911). De seguro también has escuchado algo de los músicos Franz Liszt o Bártok, has leído a Sandor Márai o Imre Kertész (Premio Nobel de Literatura 2002), has visto alguna película estelarizada por Zsa Zsa Gábor o de Drácula actuada por Béla Lugosi o un truco de magia y escapismo del gran Houdini. ¿Qué tienen en común esos personajes? Haber nacido en Hungría.
Un dato histórico que en cierta medida une a Hungría con México, aparte de los colores similares de las banderas aunque en otro orden, es que Fernando Maximiliano José de Habsburgo-Lorena (nacido el 6 de julio de 1832 en Viena – asesinado el 19 de junio de 1867 en Querétaro), al nacer recibió los títulos nobiliarios de archiduque de Austria y príncipe de Hungría y Bohemia. Años más tarde renunció a tales títulos y otros para convertirse en el Emperador Maximiliano I de México, dirigiendo el Segundo Imperio Mexicano de 1864 a 1867. Llegó al puerto de Veracruz en la fragata Novara el 28 de mayo de 1864.
Casa Europa México recomienda…
Rapsodia Húngara No. 2 compuesta por Franz Liszt e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chiapas
Y como “encore” disfrutemos de la conocida Danza Húngara No. 5 de Johannes Brahms e interpretada por la Orquesta Sinfónica Húngara de Budapest.
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