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REPÚBLICA CHECA

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La República Checa, su nombre oficial aunque en 2016 se tomó la decisión de acortar el topónimo a Chequia para usarse con fines promocionales o en eventos deportivos, es un país de Europa Central sin salida al mar que colinda al noreste con Polonia, al este con Eslovaquia, al sur con Austria y al oeste y noroeste con Alemania. Su capital es Praga.

Con una población de más de diez millones de habitantes, el idioma oficial es el checo, perteneciente a las lenguas eslavas occidentales. Es un país laico, donde no se tiene una religión oficial, siendo que los checos están considerados entre los más irreligiosos del mundo, pero son muy tolerantes a cualquier culto o credo. Su moneda es la corona checa, cuyo valor en la actualidad es equivalente a 0.93 pesos mexicanos, 0.038 euros o 0.047 dólares americanos.

La historia registrada del territorio checo inicia a finales del siglo ix  cuando se formó el ducado de Praga, perteneciente al imperio de la Gran Moravia. Tiempo después, la dinastía de los přemyslitas (que en checo significa “los que piensan mucho”) se adhirió al reino de Bohemia, el cual era parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante el reinado de Carlos IV de Luxemburgo (1344-1378), las minas de oro otorgaron tanta riqueza que le dio estabilidad al reino, estabilidad que duró por más de 500 años y el reino fue centro de cultura y educación en Europa Central. En el año 1348, Carlos IV fundó la Universidad Carolina de Praga, el centro de estudios superiores más antiguo de la Europa Central. Siglos más tarde, Chequia vivió una época turbulenta, de guerras e intervenciones, hasta que los Habsburgo tomaron posesión y estos territorios llegaron a ser de los más importantes en su extenso dominio, siendo el centro industrial del Imperio en el siglo XIX.

Debido al colapso del Imperio Austrohúngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial, en 1918, se formó la República de Checoslovaquia, compuesta por Chequia y Eslovaquia, siendo la única democracia en Europa Central y en Europa del Este a partir de 1933, la cual duró hasta la ocupación nazi en 1938 y luego, en un golpe de estado en 1948, pasó s ser gobernada por un régimen comunista, sin convertirse en una república de la URSS. En 1993, Checoslovaquia se disolvió pacíficamente en dos, la República Checa y la República Eslovaca. En 1999, la República Checa se unió a la ONU y en 2004 a la Unión Europea. Desde 2016 acortó su nombre a Chequia.

QUÉ HACER EN CHEQUIA

Dicen los que saben o creen saber que la mejor época para viajar a Praga, o a Chequia en general, es entre mayo y septiembre. En mucho tienen razón, aunque el calor puede ser fuertísimo, pero lo cierto es que tanto Praga como el país son lugares fascinantes que tienen su encanto incluso en un día de frío extremo o de lluvia torrencial, mientras sus recintos como museos, teatros, galerías o templos ofrecen largas horas de esparcimiento y cultura.

El país está compuesto por tres regiones históricas principales: el Reino de Bohemia, la Marca de Moravia y el Ducado de Silesia Moravia, todas con lugares de excepcional belleza y valor histórico y arquitectónico que les ha valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Praga es una de esas ciudades que hay que caminarlas, ir a los sitios más icónicos y también explorar callejuelas para encontrar algo inesperado, conforme disfrutamos de la ecléctica arquitectura que va del barroco, el renacentista, el neoclásico, el funcional y hasta la de rígida influencia de la época comunista.

Arquitectura en Praga – foto de Homero Adame

Arquitectura en Praga – foto de Homero Adame

Todo a nivel de nuestra vista y hacia arriba es impresionante, pero también si miramos hacia abajo encontramos cosas inesperadas, como la línea que marca el Meridiano de Praga, el cual ya existía mucho antes de que en el siglo XIX se estableciera el Meridiano de Greenwich como el punto de partida…

Meridiano de Praga a los 14° 25’ 17”. La placa fue colocada en la Plaza del Ayuntamiento en 1990, escrita en latín y en checo. La traducción dice: “Meridiano según el cual el tiempo en Praga fue determinado”.
Foto de Homero Adame

Y como hay cafés y restaurantes por doquier, cuando es hora de comer algo o de tomar un descanso y una bebida es fácil encontrar un lugar: para algo ligero, algo típico es el queso frito, tanto el Olomouc, que es fuerte, o el Hermelin que es suave y cremoso, o bien, las salchichas klobasa que se sirven con mostaza y pan. Si se te antoja una sopa, la kulajda polévka o el gulash polévka son muy recomendables. Y para platos fuertes, el gulash es lo más típico, así como la zelňačka polévka que es un guisado de repollo, papas y salchichas. Y para beber, por supuesto una cerveza.

Típico refrigerio checo – foto de Homero Adame

Bien podemos decir que todo viajero que llega a Praga va primeramente a la parte antigua, la Ciudad Vieja, donde se encuentra la plaza del Ayuntamiento, éste levantado en el año 1338 en estilo gótico; el famosísimo reloj astronómico, instalado en la Torre del Reloj en 1410, que contiene una amplia gama de elementos cristianos, paganos y esotéricos; la iglesia de Týn; varios museos, la sinagoga, la biblioteca Clementium y muchas maravillas más, como podemos imaginar gracias a este tour virtual desde la torre este del Ayuntamiento.

https://www.virtualvisit.cz/prohlidky/PragueCityTourism/OldTownHall_direct/index.html#tower_east

Los puentes de Praga son parte esencial de los recorridos peatonales. El más antiguo y simbólico de todos es, sin duda, el puente de Carlos o Karlův most, construido entre 1357 y 1402. Una de sus torres, erigida en estilo gótico secular, está considerada como la puerta gótica más bella de Europa.

Los puentes de Praga atraviesan el río Moldava que divide a la ciudad, es el más largo de Chequia, un símbolo del país e inspiración de escritores, pintores y músicos. Un atractivo turístico es hacer y recorridos en crucero, o paseos en barco a pedal. Los recorridos nocturnos tienen como atractivo adicional la iluminación de los puentes y edificios en las orillas, y algunos ofrecen música y cena para varios tipos de presupuestos.

El castillo de Praga, que con más de siete hectáreas de superficie es el más grande del mundo, es también uno de los grandes atractivos de Praga. Construida su primera fase como fortaleza hacia el año 870, su extensa superficie, donde hay calles, plazas, edificios y hasta una catedral, la de San Vito, más que una fortaleza lo hacen una pequeña ciudad; de hecho, desde el siglo XVI es el tercer sector de Praga, junto con la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva.

Este castillo ha sido epicentro político y cultural de Chequia, ha sido escenario de coronaciones de monarcas, de sucesos políticos e incluso ha sido inspiración de leyendas y de grandes obras artísticas, como la novela de Kafka titulada “El castillo”, sin dejar de mencionar los experimentos científicos de alquimia que en el siglo XVI realizó el rey Rodolfo II.

A menos de 90 km de Praga, hacia el oeste, se ubica Pilsen, ciudad cuya notoriedad trasciende fronteras por ser la cuna de la cerveza pilsener, la famosa lager que tanto ha influido a los productores de cerveza en todo el mundo. Marcas como la Budweiser americana tienen su origen en Plzeň, como se escribe en checo. Para conocer los secretos de elaboración es muy recomendable una visita a la fábrica Pilsner Urquell, donde exhiben cómo eran sus instalaciones en 1842, y el recorrido incluye los antiguos sótanos cerveceros, la antigua sala de cocción con calderas de cobre y los procesos actuales, por supuesto. Y al final hay que degustar algunas de sus variedades de cerveza, siendo la sin filtrar una verdadera delicia.

Cuatro variedades de Urquell, la sin filtrar al centro
Foto de Homero Adame

Dos símbolos de Plzeň son, por un lado, la Gran Sinagoga de Pilsen, segunda mayor en Europa, y por el otro, la catedral de Pilsen, de estilo gótico, que tiene la torre más alta de Chequia con 103 metros. Entre sus muchas leyendas y datos, se dice que subir hasta la cima es una especie de juego de espejos numérico, pues son 301 escalones para ascender 103 metros y el premio es disfrutar extraordinarias panorámicas de la ciudad.

Al fondo, torre de la catedral de San Bartolomé, en Pilsen
Foto de Homero Adame

Al sureste de Praga, rumbo a Viena o Bratislava, se localiza Brno, la segunda ciudad más grande de Chequia. Es una ciudad muy activa y atractiva por su arquitectura, sus monumentos, sus lugares históricos como la villa Tugendhat, que fue construida con estilo funcionalista y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El castillo de Špilberk es una maravilla en sí mismo; levantado en el siglo XIII, ha sido escenario de un sinfín de eventos que mezclan la historia y la leyenda. Algunas son leyendas negras, basadas en el hecho de que por muchos años fue prisión y, sobre todo, que el poeta italiano Silvio Pellico, quien estuvo preso, escribió aquí su libro “Mi cárcel”, el cual le dio fama a Špilberk en toda Europa como un sitio tétrico y misterioso. En el museo de sitio puedes aprender algo de la historia de este tenebroso lugar.

Vista aérea del castillo de Špilberk

Y ya que hablamos de castillos, ¿sabías que en la República Checa existen más de dos mil, lo que convierte a este país en “la capital mundial de los castillos”? Uno de ellos es el castillo de Karlštejn, construido originalmente como fortaleza y fue residencia del Rey Carlos IV, así como lugar donde por muchas décadas resguardaban las joyas de coronación. En la actualidad alberga criptas de restos mortales de algunos santos, así como documentos nacionales de relevancia histórica.

Fortaleza castillo de Karlštejn, construido en 1348 en estilo gótico

Dentro de las muchas curiosidades de Chequia encontramos la ciudad minera de Kutná Hora, no sólo famosa por sus minas de plata que hacia la segunda mitad del siglo XIII produjo tanta riqueza que se equiparó con Praga y que desde 1955 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es famosa por el bizarro o tétrico Osario de Sedlec, el cual tiene una capilla gótica medieval en la que hay aproximadamente 40 mil esqueletos humanos dispuestos de tal forma que son parte de la decoración de la capilla. La construcción de la iglesia sobre un antiguo cementerio empezó en el año 1400, y se le añadió un sótano para resguardar las osamentas que fueran desenterradas durante la construcción. En 1870, la familia Schwarzenberg contrató al ebanista Frantisek Rint para que pusiera en orden los montones de huesos.

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La República Checa ha sido cuna de grandes personalidades, como el neurólogo Sigmund Freud, los escritores Franz Kafka y Milán Kundera, el diseñador Daniel Swarovski, la política Marie Jana Korbel (nombre de pila de Madeleine Albright), el compositor Antonín Dvořák, el científico Gregorio Mendel, la tenista Martina Navratilova, el diseñador de autos Ferdinand Porsche o la gimnasta Věra Čáslavská, quien en los Juegos Olímpicos de México 68 se llevó el título de “Reina de las Olimpiadas”.

Es difícil seleccionar a uno o dos personajes checos para recomendarlos. Pero, sin duda, uno de ellos es Bedrich Smetana (1824-1884), quien compuso “El Moldavo”, una pieza clásica que evoca el flujo del río Moldava que atraviesa Praga y es el río más extenso de Chequia. Disfrutemos de esta versión interpretada por la National Symphony Orchestra.

https://www.youtube.com/watch?v=ItAxKVP3jlU

Ahora bien, un género musical muy popular en el norte de México, principalmente, es la polca. ¿Sabías que tiene su origen como una danza popular de la región de Bohemia Central, que es la actual Chequia? Para muestra escuchemos esta polca checa interpretada por el grupo Kollárovci y grabada en septiembre de 2013. (Seguramente la vas a reconocer y pensabas que era una melodía mexicana.)

https://www.youtube.com/watch?v=pBUJJbrVf0w

Si quieres saber más sobre el origen de la polca y cómo llegó a México, te recomendamos este artículo de Radio Praga Internacional:

https://espanol.radio.cz/como-adoptaron-los-mexicanos-la-polka-checa-8628804

Referencias de Internet:

Los créditos de textos e imágenes aparecen al pie de la imagen correspondiente.

Selección y adaptación de textos: Homero Adame y Rosalba Márquez

Chequia – traducción al inglés: Pat Grounds

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